El turismo rural en España: del camping al glamping, una evolución sostenible y tecnológica

Acampar en el exterior, rodeado de vegetación y diferentes tipos de animales es una experiencia especial que te hace conectar con la naturaleza. Aun así, no está hecho para todo el mundo y es por eso por lo que se ha ido modernizando. Si es cierto, que lo que se conoce como “camping” y que ha evolucionado a “glamping” es un fenómeno que se ha disparado estos últimos años adaptándose a las nuevas necesidades de los clientes. Pero ¿Cuál fue su origen y hacia dónde va?

Origen de campismo

La actividad de acampar la lleva realizando el ser humano desde la época prehistórica, pero su vertiente recreativa comenzó en 1901 con los campamentos deportivos en Inglaterra, donde se crearon las primeras asociaciones. Un año más tarde, Baden Powel, el creador de los Boys Scouts celebró el primer campamento educativo y los años siguientes el “camping” conquistó varios países destacando Holanda, donde se creó la Federación Internacional de Campings.

En España, el fenómeno del camping apareció más tarde. Fue en la década de los 50 cuando los campistas, sobre todo familias y jóvenes, pernoctaban en medio del campo con sus tiendas y sacos de dormir.

La empresa Artiach fue la primera industria campista en el país. Esta nació de la idea de dos amigos fanáticos de la naturaleza, comenzando en 1930 con una tienda de deportes hasta 1960, cuando surgieron los primeros campings, los primeros remolques y caravanas. Estas nuevas invenciones fueron una revolución ya que aportan la comodidad necesaria para viajar en la naturaleza.

El concepto de “campismo” variaba según el país y es por eso que tardó en avanzar en España. La sociedad consideraba que los campistas eran personas o familias de poder adquisitivo bajo, mientras que en países como Francia, disponer de una caravana te diferenciaba de los demás. A medida que el sector avanza, la modernización y el cambio que realizó el comportamiento del usuario tras la pandemia, la percepción del “camping” es diferente y se convierte en una de las opciones de alojamiento sin tener en cuenta razones económicas.

Aparición del “Glamping”

Cuando todo comenzó, en los años 50, la gente viajaba de forma sencilla en coche y acampaban en medio del bosque con sus tiendas de campaña y sacos de dormir. Más adelante, llegando a los 60, aparecieron los primeros remolques – tiendas, caravanas y autocaravanas facilitando la actividad de acampar en campings, haciéndola más cómoda para viajar en familia. Ya en los años 70 aparecieron las famosas furgonetas Volkswagen, para quien no se podía permitir las caravanas, creando el movimiento hippie de una vida nómada al aire libre. Finalmente llegamos a día de hoy, con la aparición de la nueva forma de viajar, el “glamping”.

Antes de la pandemia, ir de camping a la naturaleza no era la primera opción al planear las vacaciones, pero los hábitos de los turistas han cambiado. Espacios menos aglomerados, flexibilidad horaria, contacto con la naturaleza, sin perder los servicios de primera clase de alojarse en un hotel se ha convertido en una tendencia en España a la hora de elegir destino.

El glamping te permite alojarte en plena naturaleza, playa o montaña, en cabañas o burbujas de diseño, manteniendo la comodidad del servicio de un hotel y sin dañar el medio ambiente. Incluyen cocina, sábanas, duchas, electricidad, elementos básicos que se complementan con experiencias de alto nivel como spa, masajes y tratamientos.

El alojamiento, el servicio y la experiencia ha cambiado por lo que su mercado también. Antiguamente el campismo estaba principalmente protagonizado por familias con niños o parejas de jubilados que viajaban con su remolque o caravana. Ahora con los nuevos servicios y comodidades muchas parejas y jóvenes viajan disfrutando del “glamping” y es una tendencia que comenzó en 2020 y aún continúa con empresas como We Camp.

Cifras actuales

En España, en 2021, había un total de 769 campings divididos en dos categorías, los de primera y segunda clase. Los de segunda clase son más sencillos sumando un total de 408 campings y los de primera clase, los famosos glampings, son un total de 183. La mayoría de los establecimientos se encuentran en la costa del mediterráneo en las comunidades autónomas de: Cataluña, Andalucía y Valencia, siendo Cataluña la líder en números de campings.

El año del “boom” campista, en 2020, 5,7 millones de turistas se alojaron en campings sumando 18,8 millones de pernoctaciones (42% más que el año anterior). La mayoría de los turistas, concretamente un 59% de los alojados, eran españoles, ya que el turismo nacional aumentó ese mismo año por las restricciones. Los viajeros suelen quedarse una media de 4 días en el camping dependiendo del precio, si son campings de segunda o tercera clase suelen quedarse 1 semana al ser más económicos.

Los campings españoles ofrecen una gran diversidad de opciones a la hora de elegir alojamiento, playa, montaña, parques naturales, y de diferentes tamaños y servicios adaptándose a los gustos de cada cliente, sumando más de 500.000 plazas en España para ofrecer. Por esta amplia oferta España se sitúa en la 3ra posición de Europa en cuanto número de pernoctaciones.

Tecnología en los campings

Hemos hablado del avance y el cambio que ha vivido el sector del camping como producto y la percepción del cliente, pero su gestión también se ha actualizado. La tecnología para la optimización de procesos  ha sido un factor clave para conseguir gestionar la empresas del sector turístico, y aunque su comienzo ha sido lento se continúa trabajando en ello y creando herramientas concretas para establecimientos como los campings.

Los campings son productos completamente diferentes a los hoteles y el tipo de cliente también cambia, por lo que su gestión se debe adaptar a la estrategia. El uso de un PMS (Property Management System) permite la gestión de reservas de manera eficiente, ahorrando tiempo y minimizando los errores. La automatización de procesos como la facturación o el inventario permite al personal enfocarse en otras tareas como el pricing dinámico.

Muchos campings continúan utilizando los precios estáticos por temporada, pero disponiendo de más tiempo lo podemos invertir en analizar nuestros datos, la demanda conseguida y modificar los precios en función de las reservas que entren y los canales que utilicemos, con el objetivos de aumentar ingresos y disminuir costes. Los RMS como revbell permiten centralizar toda la cantidad de datos, automatizar los análisis con el reporting diario y ofrecer alerta con recomendaciones de precios en función de los resultados conseguidos definiendo la curva de la demanda.

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Escrito por Roser Ruiz

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